Frío o calor

2020-10-14T12:20:21+02:0013 octubre 2020|Atención Farmacéutica|

Termoterapia o crioterapia

Prácticamente cada día, realizamos actividades físicas que nos pueden causar una lesión muscular o articular: pasear por la ciudad o por el campo, jugar con los niños o con nuestra mascota, las tareas domésticas, o las actividades en el trabajo. A menudo, los pacientes nos preguntan: «¿qué es mejor que me ponga, frío o calor? ¿me irá bien si me pongo la esterilla eléctrica? ¿o será mejor si me pongo una bolsa de hielo?

La aplicación de calor (termoterapia) o de frío (crioterapia) no constituyen en sí mismas un tratamiento que cure las lesiones, pero si son un complemento terapéutico muy válido. Son de muy fácil aplicación y los pacientes pueden hacerlo ellos mismos. La única condición para aplicar estos tratamientos es saber cuándo aplicar calor y cuándo frío.

El uso de frío o de calor va a estar condicionado por el tipo de lesión que presenta el paciente. Ello se debe a que los efectos fisiológicos del calor son distintos de los que produce el frío.

La termoterapia

La termoterapia es la aplicación de calor con fines terapéuticos.

  • A nivel circulatorio, los efectos de la termoterapia son la vasodilatación, con lo que aumenta el flujo sanguíneo a la zona. Con la mejora de la circulación sanguínea, se produce un efecto analgésico, se facilita la nutrición de los tejidos, la oxigenación celular y la eliminación de productos de desecho. Además, disminuye la síntesis de colágeno y aumenta la producción de elastina, por lo que los músculos, tendones y fascias se hacen más flexibles.
  • A nivel neuromuscular, la aplicación de calor tiene un efecto sedante y analgésico.
  • A nivel digestivo, el calor aumenta el peristaltismo y mejora la digestión, produciendo un efecto laxante.

Indicaciones de la termoterapia

  • Debido a sus acciones terapéuticas, la termoterapia está indicada en todas las afecciones que cursen con dolor crónico siempre y cuando no exista inflamación. Es decir, la aplicación de calor puede ser útil en el caso de lesiones musculares prolongadas en el tiempo como las contracturas musculares, las agujetas y las tendinitis crónicas.
  • Es posible también utilizar la termoterapia en dolor agudo, pero siempre tras 48h-72h de haber ocurrido la lesión.
  • Finalmente, la aplicación de calor puede utilizarse para preparar los músculos y otros tejidos, antes de la actividad física, con el objetivo de prevenir lesiones.

Formas de aplicar la termoterapia

La aplicación de calor es una de las terapias coadyuvantes más antiguas que existen en el tratamiento del dolor. Todos nos acordamos de la típica bolsa de agua caliente cuando hablamos de aplicar calor. Pero la termoterapia ha evolucionado mucho desde entonces. Ahora, estas bolsas forradas de lana o tela de paño de cuadro escocés, han sido relegadas por las esterillas o mantas eléctricas, con las que podemos regular la temperatura y conservarla durante más tiempo.

El problema es que, tanto con las bolsas como con las esterillas, no se propaga el calor a las capas más profundas de los tejidos, donde se encuentran normalmente las lesiones. La solución es el uso de lámparas de infrarrojos, que nos permiten llegar a nivel superficial, unos 2-3 cm por debajo de la piel.

Pero en algunos casos esto no es suficiente. Para solucionarlo, se ha desarrollado la diatermia, que hace pasar sus ondas por todos los tejidos del cuerpo, desde su plano más superficial hasta el más profundo, pudiendo calentar incluso el tejido óseo.

La crioterapia

La crioterapia es la aplicación de frío con fines terapéuticos.

  • A nivel circulatorio, la disminución de la temperatura produce vasoconstricción, con lo que se reduce la presión arterial, la frecuencia cardíaca y el metabolismo. Este efecto resulta beneficioso en patologías que cursan con un proceso de inflamación agudo, en el que un exceso de células en la zona afectada podría producir fibrosis de los tejidos, edema y hematoma.
  • A nivel muscular, la aplicación de frío prolongado reduce el tono muscular y mejora la espasticidad, por lo que produce un efecto analgésico.

Indicaciones de la crioterapia

Aplicar frío disminuye el tiempo de recuperación y por eso resulta crucial aplicarlo durante las primeras 48-72h tras la lesión. La crioterapia está indicada en:

  • Procesos inflamatorios agudos, como un esguince de tobillo, roturas musculares, o tendinitis, durante los tres primeros días.
  • Golpes, contusiones y traumetismos.

Formas de aplicar la crioterapia

El paño de cocina envolviendo unos cubitos de hielo es la forma más cotidiana de aplicar la crioterapia casera. pero hay que tener cuidado en no producir una quemadura por frío sobre la piel. Mucho más seguros en este sentido son los baños fríos, en los que no se llega a temperaturas tan bajas en la epidermis. Un poco más sofisticadas son las bolsas de gel que pueden congelarse y que las puedes encontrar fácilmente en cualquier farmacia, ortopedia o tienda de artículos de deporte.

 

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