Lo que debemos saber sobre la gripe y la vacuna antigripal

2020-10-20T14:06:31+02:0030 enero 2019|Atención Farmacéutica|

La vacuna antigripal está ampliamente infravalorada. Los mismos profesionales sanitarios la recomendamos poco y mal. Sin embargo, la gripe es una enfermedad altamente contagiosa que puede afectar hasta el 50% de la población cada temporada.

La importancia de su prevención a través de la vacunación también se apoya en el hecho de que la gripe, en determinados pacientes, se asociada a complicaciones cardiacas, como el infarto de miocardio. Además, la gripe puede favorecer la aparición de neumonía por sinergia con el Streptococo pneumoniae.

Brevemente, lo que ocurre es que el virus de la gripe daña la barrera epitelial pulmonar, de manera que quedan expuestos otros receptores que favorecen la adherencia de otras bacterias, como ésta de la neumonía. Ello provoca una respuesta inmune exagerada, cuyo resultado es una lesión pulmonar grave.

Por eso, debemos proteger aquellos grupos de población más vulnerables y que, por tanto, tienen un mayor riesgo de contagiarse de gripe:

  • Profesionales sanitarios
  • Mujeres embarazadas
  • Mujeres lactantes menores de 6 meses
  • Mayores de 60
  • Menores de 2 años
  • Enfermos crónicos con diabetes, enfermedad hepática, enfermedad cardiocascular
  • Personas inmunodeprimidas
  • Personas que conviven con otras personas de alto riesgo:
    • Profesionales sanitarios
    • Cuidadores (en casa o de residencias)
    • Personas que trabajan en servicios esenciales a la comunidad: policías, bomberos, etc.

Recordad que la gripe se contagia a través de las gotitas de plug que emitimos al respirar, al estornudar, al toser, etc. Estas gotitas infecciosas quedan en el aire, provocando lo que llamamos un contagio directo, y además, se depositan en objetos, provocando un contagio indirecto.

¿Y qué notaré si me contagio de gripe?

Los síntomas de la gripe, al menos en sus primeros días, pueden confundirse con los síntomas de un resfriado común. Sin embargo, existen algunas diferencias entre ellos. Mirad:

GRIPE RESFRIADO (viral)
Síntomas súbitos (período de incubación muy corto) Inicio lento
Fiebre alta (38ºC-41ºC) Pocas veces causa fiebre
Dolor muscular No hay dolor muscular
Dolor de cabeza muy fuerte Pocas veces causa dolor de cabeza
Dolor de espalda Nunca causa dolor de espalda
Tos, dolor de garganta, disnea (sólo 1 de 3) Tos, dolor de garganta, disnea
Pocos estornudos Estornudos
Muy pocos mocos Muchos mocos
Autolimitante (6 días) Autolimitante (6-10 días)

 

Y si tengo tengo síntomas gripales, ¿puedo tomar antibióticos? 

Pues no, rotundamente no. Tanto el resfriado común como la gripe son infecciones víricas (no bacterianas) por lo que ningún antibiótico será efectivo ni os salvará de padecer “el trancazo” durante unos 6-10 días. Tenéis más información sobre esto aquí.

Y entonces, ¿qué hago?

Pues los consejos que solemos dar los farmacéuticos para contrarrestar los síntomas de un resfriado o una gripe son los siguientes:

  • El Paracetamol o el ácido acetil salicílico son los mejores para combatir la fiebre. Muy importante no administrar ácido acetil salicílico a niños menores de 12 años. Y recuerda siempre tomar los medicamentos en la dosis y frecuencia adecuada; en caso de duda, pregunta siempre a tu farmacéutico o médico.
  • La tos es el modo que tiene nuestro organismo de sacar el moco de los pulmones. Por eso, los jarabes para loa tos sólo deben utilizarse cuando ésta se vuelve muy dolorosa.
  • Es también muy importante no fumar y evitar el humo de segunda mano.
  • Muy aconsejable es también mantenerse bien hidratado. Beber agua será siempre el mejor método para rehidratarse, aunque también pueden utilizarse los caldos y sopas y las infusiones (ojo al contenido de azúcares y sal).
  • Aunque se dispone de antivirales para la gripe, los virus pueden hacerse resistentes a estos medicamentos, por lo que no se recomienda su uso salvo en casos muy concretos (por ejemplo, inmunodeficiencia).

Pero lo más importante es prevenir el contagio.

¿Y cómo evito contagiarme o contagiar a otros de la gripe? 

Muy sencillo:

  • Vacúnate si perteneces a un grupo de población de riesgo.
  • Utiliza pañuelos de papel desechables o de un sólo uso.
  • Cúbrete la boca al toser o estornudar con el antebrazo, nunca con la mano.
  • Mantén las manos siempre limpias.
  • No te toques la boca, la nariz o los ojos.
  • Airea las habitaciones.
  • Limpia los filtros de los aparatos de AA y calefacciones.
  • Lava con mayor frecuencia tu ropa, las sábanas, los tejidos del sofá y otros con los que estés en contacto.

Tipos de gripe

¿Sabíais que existen diferentes tipos de gripe? Pues bien, hay tres tipos de virus de gripe A y son los que causan la mayoría de los brotes y epidemias en las personas:

  • Gripe A H1N1
  • Gripe A H2N2
  • Gripe A H3N2: es el que muta con mayor rapidez

Pero también hay dos tipos de virus de gripe B, que se diferencian por pertenecer a dos linajes diferentes (son filogenéticamente diferentes):

  • Linaje Victoria
  • Linaje Yamagata

Desde del año 2000 estos dos linajes circulan simultáneamente. Este dato es importante para los laboratorios a la hora de escoger el tipo de vacuna que va a desarrollar. Sin embargo, su ubicuidad es totalmente heterogénea e impredecible. Es decir, no podemos saber qué linaje va a estar circulando en Valencia y cuál en Zaragoza.

Por eso, es habitual que la vacuna antigripal que se desarrolla para una determinada temporada no concuerde con las cepas de virus circulantes.
El virus de la gripe B produce una importante carga de enfermedad. Concretamente, en los últimos 10 años la carga de virus B ha sido del 25%. La clínica que provoca es similar a la de la gripe A, aunque afecta a personas más jóvenes y tiene su pico de afectación más alto hacia el mes de febrero (más tarde que la gripe A).

Tipos de vacunas antigripales 

Además de existir diferentes tipos de virus, las variaciones genéticas del virus de la gripe son muchas y se producen con mucha rapidez, de manera que las vacunas desarrolladas para un año, no sirven para el siguiente.
Debido a la gran diversidad de cepas víricas que podemos encontrarnos, hoy en día existe un gran arsenal de vacunas contra la gripe. Casi se podría hacer una vacunación antigripal a la carta. Existen los siguientes tipos de vacunas antigripales:

Vacuna antigripal inactivada

Contiene virus de la gripe inactivados. Es la más utilizada, pero sólo existen 8 disponibles en España para esta temporada (2018-19).

  • Cuadrivalentes: Contienen 2 virus A + 2 virus B. Pueden ser de virus fraccionados o de antígenos de superficie. Ej.: Fluaria Tetra, Varigrip Tetra. Las vacunas cuadrivalentes son igual de seguras que las trivalentes y aportan hasta un 20% más de protección
  • Trivalentes: Contiene 2 virus A + 1 virus B (de un solo linaje). Son las más distribuidas.

Vacuna antigripal atenuada

Contiene virus de la gripe atenuados. Lo que se ha conseguido con esta vacuna es que los virus que contiene sólo sean capaces de replicarse a una tª máx. de 25ºC, por lo que, una vez administrada, nuestra temperatura corporal (36-38ºC) impide su replicación. Este tipo de vacuna se ha desarrollado en forma intranasal, para que la vía de contacto con el virus sea lo más semejante posible a la infección natural. De esta forma se obtiene una mayor protección porque se activa la IgA, que ofrece inmunidad de mucosa y reduce la posibilidad de contagio. No está disponible en España por decisión comercial del laboratorio que la produce.

Vacuna adyuvante

Se trata de un tipo de vacuna especial, indicada para personas mayores de 65 años, ya que estas personas suelen presentar inmunosenescencia, es decir, tienen un sistema inmune envejecido y más resistente. Por eso esta vacuna contiene MF59, un derivado del escualeno que actúa como potenciador de la eficacia de la vacuna, ya que consigue un mayor número de anticuerpos protectores que permanecen durante más tiempo y un cierto grado de reactividad cruzada entre distintas cepas del virus de la gripe.

Y de todas ellas, ¿cuál es la más eficaz? 

La eficacia y efectividad de la vacuna antigripal varia anualmente porque depende de:

  • El grado de concordancia entre la cepa circulante y la cepa incluida en la vacuna (según OMS). Frente a este factor, las personas de a pie poco o nada podemos hacer, puesto que son los científicos y los laboratorios farmacéuticos quienes, de acuerdo con los estudios realizados y la evidencia científica disponible, decidirán qué vacuna se producirá.

A mayor concordancia, mayor efectividad vacunal. Si la concordancia es muy elevada, se consigue:

    • 65-75% de prevención de la enfermedad
    • 60% de prevención de hospitalizaciones asociadas a la gripe
    • 85% para evitar una evolución grave en pacientes ingresados por gripe
  • El segmento de población vacunado (edad y estado inmunitario). En cambio, frente a este otro factor tenemos prácticamente todo el poder. Es decir, nosotros mismos somos quienes decidimos vacunarnos o no. Y los profesionales sanitarios, además, tenemos el deber de recomendar la vacunación a las personas de mayor riesgo. Cuantas más personas (grupos de riesgo) haya vacunadas, menor será la carga de enfermedad de gripe en la sociedad.

Seguridad de la vacuna antigripal 

Este apartado lo dedicamos especialmente para todas aquellas personas que todavía son muy escépticas respecto a la seguridad de las vacunas.
Cada año se administran 300millones de dosis de vacuna antigripal en todo el mundo, y el número de efectos adversos graves sigue siendo extremadamente infrecuente. Incluso, el número de efectos adversos locales (irritación en la zona de punción, fiebre) son también muy raras (5%).
Por ello, no existe razón alguna por la que se deba temer a la vacunación antigripal.
No obstante, existen algunas situaciones que exigen precaución a la hora de administrar la vacuna de la gripe:

  • La única contraindicación absoluta de la vacuna antigripal es la reacción anafiláctica severa previa a algún componente de la vacuna.
  • Se valorará su administración si hubiera antecedentes de Síndrome de Barré en las 6 semanas posteriores a la administración de una vacuna antigripal previa.
  • Se pueden administrar vacunas antigripales a personas alérgicas al huevo en un entorno médico adecuado (salvo en el caso de reacciones anafilácticas severas previas al huevo).
  • No se pueden vacunar los bebes <6meses.
  • Las vacunas atenuadas no se deben administrar a:
    • Pacientes inmunodeprimidos
    • Embarazadas
    • <18 años en tratamientos con salicilatos
    • y se administrarán con precaución en niños y <18 años con asma grave o sibilancias activas.

 
Y hasta aquí, la información más importante que debéis conocer sobre la gripe y la vacuna antigripal.

 
Referencias:

 

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